Sobre Mí
Mi nombre es Enrique Ramírez Moreno. Nací en Mérida en el año 1987. Desde joven, he sido un apasionado del porqué de las cosas. Ciencia y autoconocimiento de mi mundo interior siempre han ido de la mano, por lo que siempre he intentado que estas se encuentren en un punto.
Conocí el Eneagrama con 15 años y desde ese momento siempre he creído que había mucha verdad en este conocimiento.
Mi hermano Nacho es el primero de los tres hermanos. Él se convertirá en mi guía, en mi referencia y en mi persona a seguir.
Nazco en el hospital de Mérida. Empiezo a sentir mis primeras emociones y a experimentar mis primeros contactos con la realidad.
María se convertiría en la pequeña de la casa. Se convierte en una persona cariñosa, cercana y honesta con toda la familia.
Durante toda mi infancia, me comporto como un chico obediente, responsable y sensible. Siento mucha cercanía a mis padres y disfruto de la relación con mis hermanos. Me siento importante para ellos.
Comienzo a tener los primeros conflictos con mis padres. No me siento bien conmigo mismo, durante muchas fases me invade el miedo y la inseguridad. Trato de aparentar que todo va bien.
Durante la universidad, sucede todo el proceso que acabará en un trastorno de ansiedad generalizada con cuadro depresivo. Comienzo a dejar mis responsabilidades, tener contacto con drogas y mentir sobre lo que soy y lo que hago. Se agudizará una fase de conflictos conmigo mismo y con mi familia.
Año que me sirve para reconducir la carrera y tener nuevas experiencias.
Tras acabar la carrera y empezar a cursar un máster, empiezo a experimentar ataques de pánico, sudores fríos y temblores. Tengo pensamientos obsesivos, insomnio y comienzo a no poder distinguir realmente quién soy, qué me gusta y qué no me gusta.
Abandono Santiago de Compostela y vuelvo a Mérida. Allí comienzo el tratamiento psiquiátrico y psicológico. Tras varias idas y venidas, tengo la experiencia que sería mi completo cambio: entender la neutralidad de la realidad. Desde ese día, decido luchar por mi supervivencia, ignorando todo lo demás.
Comienzo a ver avances en mi tratamiento. Empiezo a sanar la relación con mi familia y conmigo mismo. Soy capaz de moverme y entender la relación con mi hermano que me sirve para hacer distintos viajes para seguir avanzando en mi conocimiento interior. Comienzo el SAT de la Fundación Claudio Naranjo y tengo mis primeras experiencias con la terapia Gestalt.
Publico el libro que llevo más de un año escribiendo en el que me sincero conmigo mismo y con la realidad. Siento, por primera vez, orgullo por haber comenzado a escucharme a mí mismo y trabajar por tener la vida que sueño.