Fuerza de Resistencia
Esta fuerza está relacionada con la Fuerza de Atracción de esta subdivisión, con los eneatipos Dos-Cinco-Ocho que presentan una fuerza de dominio con respecto a las otras dos fuerzas, la de adaptación y la de transformación. Estos eneatipos sienten una sensación de resistencia que los lleva a la abundancia, lo que los lleva a vivir de una manera intensa explotando la propiedad de su primera fuerza y dando cabida a esa pasión. En el caso del eneatipo Dos, el dominio de la realidad lo buscará a través del centro emocional, el eneatipo Ocho a través de su centro visceral y el eneatipo Cinco a través de su centro intelectual. Una búsqueda hacia el exterior del Dos mediante las emociones, del Ocho mediante los instintos y del Cinco mediante las ideas.
El sentido de la tríada lo marca el eneatipo atractivo y, por tanto, esta tríada se comporta en función de su relación con la emoción positiva. En este caso, el eneatipo Dos es el representante del amor, fuerza que busca la unión metafísica con el otro. Este es una forma de conquistar emocionalmente, buscando dominando el comportamiento del otro. Este tipo de tendencia es manifestada fruto de la imagen positiva del Dos, que lo lleva a tener una valoración muy alta sobre sus capacidades de conquista emocional. Por otro lado, el eneatipo neutro de esta tríada es el eneatipo Ocho, que buscará la conquista de la realidad a través de los instintos, con mayor conexión con el sexo. La satisfacción de los instintos es una forma de dominar la realidad mediante la intensidad, la fuerza y la sexualidad. Mantienen, de esa manera, un contacto intenso con todo aquello que les aporta satisfacción visceral. Por último, el eneatipo Cinco es el eneatipo repulsivo de esta tríada y es el que rechaza las emociones positivas. La representación más evidente de estas es el amor, por lo que el rechazo a este es sinónimo de atracción por el pensamiento positivo, lo que identifica a este eneatipo como el buscador incansable de conocimiento racional, el cual le permite dominar la realidad. Este anhelo intelectual lo lleva a reducir sus contactos con los demás con tal de poseer la sabiduría de la realidad. Desarrollan una gran capacidad analítica de las situaciones, convirtiéndose en un recolector del saber, un carácter fuerte y robusto capaz de soportar mucha intensidad.
Si nos fijamos en las tres pasiones de estos eneatipos veremos el anhelo de dominar a través del Orgullo del Dos, la Lujuria del Ocho y la Avaricia del Cinco. Esta tríada siente una necesidad de experimentar la vida intensamente. El eneatipo Dos, mediante la unión metafísica con el otro. El eneatipo Ocho se entrega a los instintos positivos y siente ese anhelo visceral del amor que se traduce en la pasión de la Lujuria. El eneatipo Cinco lleva a su máximo nivel el rechazo a la emoción positiva, un rechazo a sentir amor e, incluso, un rechazo a sentir placer emocional. Lo entrega todo a su razón. Así, mientras que el amor es la fuerza de conquista emocional, el sexo es la fuerza de conquista visceral y la razón es la fuerza de conquista intelectual.
Descubre quién eres, pero no te aferres a ninguna definición. Muta las veces que sea necesario para vivir en la totalidad de tu ser.