Fuerza Emocional
Los representantes de esta fuerza consciente, emocional o sentimental, son los eneatipos Dos-Tres-Cuatro, que representan la Fuerza de Atracción del Todo. Las emociones forman la capacidad de sentir de los seres humanos. En nuestro cuerpo, el centro emocional se ubica en el pecho, en la zona del corazón. Sin embargo, esta ubicación no quiere decir que todas las emociones se sientan en esta zona, sino que su centro neurálgico se coloca allí.
Este tipo de fuerza nace de la identificación que hace el individuo con sus procesos emocionales. La voluntad que nace del individuo es la de apegarse emocionalmente a la realidad, una voluntad de integrar la realidad en uno mismo mediante la unión que concede la capacidad de sentir la misma. Este deseo llevará a la persona a pasar más tiempo en su vida interactuando con las vivencias que lo hacen sentir a través de la imagen que tiene el otro. Por ello, su conducta girará en torno a esta capacidad. Los individuos que representan esta fuerza están fuertemente ligados a los sentimientos que les producen otras personas y desarrollan con mayor profundidad su lado emotivo. Esto los hace estar atados a los vaivenes emocionales, fruto de las heridas que surgen y la volatilidad de este componente. El hecho de tener en cuenta las emociones del otro es fruto de la valoración que necesitan mostrar para autopercibirse de una manera adecuada. Es la fuerza que forma su personalidad en función de la imagen externa, los individuos se comportan en función de cómo son percibidos. Este hecho los podrá llevar a un problema identitario, porque no se identifican con lo que son sino con lo que los demás ven de ellos. La fuerza emocional engloba todo tipo de emociones, tanto positivas como neutras o negativas.
Cuando dividamos la fuerza emocional, surgirán tres separaciones de la misma fuerza, que reflejarán los tres tipos de imágenes que pueden tener estos eneatipos. El Dos se identifica con una imagen positiva, el eneatipo Tres con una imagen neutra y el Cuatro con una imagen negativa.
Descubre quién eres, pero no te aferres a ninguna definición. Muta las veces que sea necesario para vivir en la totalidad de tu ser.