Esta fuerza de armonía la integran los eneatipos Tres-Seis-Nueve. Estos eneatipos anhelan la estabilidad de su centro, por lo que buscan equilibrar la energía balanceándose entre el exterior y el interior. La fuerza realizadora representa la Fuerza de Neutralidad de esta división y puede considerarse como la mediadora entre la fuerza conquistadora y la fuerza transformadora, fluyendo su comportamiento hacia un camino intermedio y equilibrado de la realidad que pretende integrar de manera estable los aspectos positivos y negativos de la persona. Por ello, esta tríada es bastante más adaptada que las otras, buscando el equilibrio, la igualdad y el respeto. Los eneatipos Tres-Seis-Nueve son los ejecutores de sus respectivos centros, el emocional, el intelectual y el visceral. Suelen manifestar más capacidad de adaptación, tendiendo a ser pragmáticos y eficientes en todo lo que hacen y buscando una manera de sentirse respetados. La fuerza y la intensidad de esta adaptación les permite sentirse más cómodos buscando el equilibrio de sus emociones, instintos y pensamientos. Al anhelar la estabilidad, están mucho más orientados a la realidad del éxito, a la fiabilidad y a la armonía. 

Esta tríada se comporta en función de su relación con la emoción neutra. El eneatipo Tres tratará de mantener este tipo de emoción que se relacionan con la tranquilidad y la serenidad, alcanzando un equilibrio entre el placer emocional y el dolor. Esta estabilidad la encuentran a través de la valoración externa. Este eneatipo es el exponente de la imagen, la valoración equilibrada de su comportamiento. El eneatipo Nueve buscará la calma a través de los instintos. Esto quiere decir que tiende a satisfacer de manera equilibrada sus necesidades instintivas. Al pertenecer a la tríada visceral, siente atracción por los otros instintos, aunque de una manera menos intensa por el sexo y la ira, pues provocan reacciones viscerales de mayor intensidad. Por último, el eneatipo Seis buscará el equilibrio mediante el rechazo de la emoción neutra, lo que lo lleva a un estado de inseguridad y desconfianza de la realidad y también a un rechazo de la imagen, por ello, no siente el apego que siente el eneatipo Tres por la valoración externa. Buscan la estabilidad entre los pensamientos racionales e irracionales, entre la realidad y la imaginación. Con estos pensamientos pueden enfrentarse a la realidad y a sus consecuencias, siempre con la desconfianza como patrón característico. 

Si nos fijamos en las tres pasiones de esta tríada veremos este anhelo de mostrar en la realidad lo que sienten, Vanidad, Pereza y Miedo. Estas emociones los llevan a actuar para calmar esta sensación. El eneatipo Tres siente este impulso realizador para cubrir su Vanidad, lo que le lleva a buscar el éxito. El eneatipo Nueve manifiesta una desconexión de la mente y la emoción para un hacer rutinario instintivo. Por último, el eneatipo Seis se impulsa actuando para paliar el Miedo y la amenaza que siente ante la realidad.