El Eneatipo Dos se centra en volcar su ayuda en el otro para sentir su amor, entendido este amor como la representación de la unión emocional que puede establecer con dicha persona. Así, el eneatipo Dos manifiesta una conducta que concede una prioridad absoluta al amor frente a la razón o a la acción. Son personas con gran capacidad para detectar las necesidades básicas del otro y vivir para cubrírselas. Son dedicados y abanderados de un amor con el que se sienten profundamente identificados, siendo su medio para obtener satisfacción. Presentan, a menudo, un carácter optimista, mucha vitalidad y mucha fuerza que vuelcan sobre las necesidades de los demás. Sienten orgullo por su capacidad de amar, de actuar en nombre del amor. Suelen ser personas atentas, intensas, con mucha empatía hacia las necesidades de los demás. A menudo, durante la infancia, se sintieron especiales y necesitan de esa sensación para seguir siendo ellos. En realidad, esta dedicación y este amor es una forma pasiva de poseer al otro, de sentirlo y de integrarlo dentro de sí. Es una forma receptiva de dominar el comportamiento de los demás. ¿Por qué? Porque este amor generará una dependencia emocional en ambos sentidos, pudiendo salir ellos más perjudicados por el hecho de sentir más profundamente el amor. Es una danza peligrosa que puede llevarlos a un gran dolor, fruto de depositar en los ojos del otro su propio poder. Sentir el rechazo del otro supone una pérdida de valoración interna que provoca sufrimiento y desequilibrio, llevándolos a reacciones emocionales intensas.