El Eneatipo Cuatro se balancea sobre la pérdida del amor, un desamor profundo que los permea. Esta emoción es el resultado de una sensación de carencia frente a la realidad, que va acompañada de un sentimiento de abandono que los lleva a sentir inclinación hacia la melancolía, la tristeza y la nostalgia. Con tendencia hacia la comparación, la utilizan como forma de anhelar aquello que no tienen. También, suelen tener un contacto con la vergüenza. Manifiestan un comportamiento ligado al dolor que sienten, pudiendo manifestarlo o incorporándolo a su día a día. Este los lleva a experimentar una manera distinta de sentir la vida, potenciada por una visión idealizada de la realidad fruto de una sensación permanente de imperfección. Son personas que suelen tener una imagen algo negativa de sí mismos, pero la convierten en su manera de expresarse y de ser. Su fuerza de rechazo surge de esta percepción negativa de la realidad, que puede llevarlos a desarrollar una gran profundidad emocional con grandes manifestaciones creativas y una potente espiritualidad. El arte puede convertirse en su forma de expresión y el contacto con la parte oscura de la realidad los lleva a ser capaces de empatizar profundamente con el sufrimiento y el dolor. A menudo, en la infancia se sintieron diferentes y carentes. Este desamor que experimentaron los llevó a tomar aquello que los hacía distintos para sentirse queridos. Anhelan lo que alguna vez tuvieron y ya no tienen, es decir, tienden a idealizar el pasado donde encuentran su refugio al dolor que sienten en el presente. Al ser personas emocionales, son víctimas de altibajos por no saber expresar sus necesidades.