El Ocho es un eneatipo proactivo que tiende a mostrar su dominio y fuerza en todas sus acciones de la realidad. Son personas con gran capacidad de lucha, fuertes y dominantes. Tienen tendencia a ser líderes innatos, con valores de justicia personales elevados. Muestran una gran defensa hacia los suyos y presentan una ambivalencia con las personas débiles. Por un lado, tienden a proteger a los seres inocentes y desvalidos, pero por otro sienten rechazo por aquellas personas que se dejan avasallar y no saben afrontar la realidad con el suficiente arrojo como para superar sus problemas. Sienten que, en esta vida, uno no puede ser débil, porque la naturaleza prima al fuerte. De esta sensación, surge de su necesidad de imponerse, de actuar, entendiendo que la vida es ruda y está hecha solo para valientes. Suelen ser personas directas, con una gran fuerza instintiva y un anhelo de emplearla con satisfacción. Entienden la vida como una oportunidad de dar rienda suelta a sus instintos, por lo que les gusta la intensidad de las emociones, la adrenalina y el poder. Con tendencia a dominar a los demás, saborean ese disfrute que los hace mantenerse vivos. A menudo, en la infancia, se sintieron débiles o vulnerables, lo que los llevó a desarrollar una fuerte coraza impenetrable, protegiéndose de la lucha en la naturaleza. Sienten el sexo como una forma de conquista, es decir, suelen ser conquistadores y seductores, mostrando una fuerza natural que los lleva a vanagloriarse de sus conquistas. También, pueden ser personas territoriales, dominantes y celosas, que defienden de manera vehemente lo que sienten que es suyo, luchando por un sentido de la justicia bastante personal.